Hace ya un buen porrón de años, en este mismo rinconcito,
este que ahora está tan huérfano de palabras, locuras e historias, me decidí a
compartir esa pequeña gran lista de cosas por hacer en la vida, esa de los
sueños por cumplir antes de llegar al último área de servicio de esta autopista
hacia el infierno.
Han pasado varios años, y poco a poco algunos de esos sueños
se han ido cumpliendo, otros se han ido aparcando y, curiosamente, me he dado
cuenta de que muchas de las cosas que tenía que hacer en esta vida eran mucho
más simples y mucho más épicas que esos objetivo fijos que conforman las listas
a la espera de ser tachados con ojos de niño y sonrisa nostálgica.
Han pasado varios años, y hay mil caminos recorrido, las
ballenas me han saludado, me he perdido en junglas increíbles, el fin del mundo
estuvo tan cerca de nuestros dedos como lo han estado montañas imposibles, han
pasado los años y sigo cambiando el mundo sonrisa en mano, sin rendirme, han
pasado los años, y verte cada mañana vale mucho más que los tachones que falten
en la lista, han pasado los años, y la lista es compartida, han pasado los años
y las ecuaciones se han movido tanto que uno ya no sabe si es una lista o un
cúmulo de ensoñaciones .
Lo que queda claro, pasen los años que pasen, es que hay que
seguir teniendo listas, ilusiones a las que mirar con ojos de niño, pasen los
años que pasen, siempre quedarán caminos, siempre quedarán sueños que realizar,
besos que dar y sonrisas que compartir, pasen los años que pasen…
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