Es difícil, realmente difícil expresar las sensaciones que quedan tras estos días en Madrid, han pasado ya unos días, pero aún así no acabo de encontrar las palabras que puedan mostrar lo que sentí.
En los tiempos que corren, que alguien que se denomine revolucionario pueda sentir que ha ganado una batalla, por pequeña que sea, es un hecho bastante improbable. Y nuestra pequeña batalla por comenzar a construir conciencias, por dotarnos de una herramienta que ayude a convertir nuestras pequeñas barricadas diarias en una gran barricada global, ha dejado de ser un sueño para convertirse en una realidad.
Cuando, a pesar de que muchas de las más de 500 personas que abarrotábamos el acto quedaran sin asiento, conseguimos sentarnos, Marce me dijo: Somos! Y es cierto, no queremos ser, no intentaremos ir siendo, somos. Tantxs compañerxs como luchas, tantas luchas como sueños. Se entremezclaron las realidades y las utopías, la construcción del futuro con la nostalgia, puños en alto, gargantas desgarradas y corazones a cien por hora. Tantas personas tan distintas y tan iguales recordando las antiguas batallas compartidas, compartiendo las nuevas y preparando las futuras.
Abrazos y besos entre palabras de huelgas, manifestaciones, despidos, campañas y otras mil historias, muchas caras nuevas y, lo más importante, todas las viejas, no falta nadie de los que comenzaron el camino, algunxs lo anduvieron tranquilxs, otrxs descalzxs, pero, una vez más, estamos aquí, compartiendo sueños y construyendo realidades, sin intención de dar ni un paso atrás.
1 comentarios:
500 personas... una gota de agua en un oceano de mierda. Mucha suerte!!!
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