Tener nostalgia de algo, de alguien, de algún lugar, siempre me ha parecido una buena señal siempre y cuando la nostalgia no envuelva todo aquello que haces y vives.
Y me parece una buena señal porque cuando sientes nostalgia de algo es porque ese momento, persona o lugar, fue tan intenso que se arraigó en el fondo de tu corazón y de tus pensamientos, y al recordarlo sientes esa mezcla de tristeza por el momento único que nunca volverá y la alegre esperanza de vivir momentos mejores, es esa especie de círculo en el que el recuerdo de un gran momento vivido te empuja a vivir otro aún más grande.
Y estos días, enfrascado entre recuerdos de viajes, charcos y sonrisas, de ciudades que marcan a golpe de tango el irrefrenable deseo de volver a vivirlas, me he sentido en una paz absoluta al comenzar a vislumbrar en el horizonte la embriagadora nostalgia de los momentos que están por venir contigo…
Volver... contigo... |
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