Sería imposible contar, de ninguna de las maneras, cuantas sonrisas, miradas o latidos caben en 731 días, imposible cuantificar los sentimientos vividos o encerrar aquí en un puñado de palabras todo lo soñado a lo largo de estos dos años.
Dos años desde que la noche nos invitó a conocernos, a compartir miradas cómplices, canciones desgarradas y sonrisas que enamoran el alma, dos años desde que comencé a labrar mi propio destino en una carrera de fondo que me llevase hasta ti, pasase lo que pasase y pesase a quien pesase.
Dos años, en los que has cambiado mi mundo, en los que hemos cambiado los sueños propios para ir creando poco a poco uno que fuera sólo nuestro, uno en el que las pequeñas piedras del camino nos enseñasen el valor de levantarse y seguir caminando siempre que los pies me siguieran llevando a la utopía de tus ojos y tus labios.
Dos años para vivirte sin más tregua que la que me ofrece tu cálida trinchera, para sentir que mis sueños no son más que humo si tu no estás en ellos, dos años desear que no hayamos sino comenzado a dar los primeros pasos de un largo camino juntos, dos años, sin ninguna duda, para amarte…
0 comentarios:
Publicar un comentario