Tras cinco horribles días para recuperarme de la noche del sábado, con crisis existencial incluida, por fin ha vuelto el fin de semana para alegrarme la vida, y eso que la soledad es la misma, pero la capacidad de autodivertimento que estoy adquiriendo es algo que nunca había imaginado que pudiera poseer.
Este ha sido finde de playita, sol, petillas, cervecitas y buen comer, vamos, que si llego a echar un polvo me pongo un monumento, aunque por el momento debo seguir conformandome con mi asexuada vida.
También ha sido un buen finde porque se acerca el que viene, en el que llegan Mikel y Endika a visitarme, o lo que es lo mismo, a ingerir todo lo que hay en mi nevera y mueble bar, supongo que si fuera una pelicula la podriamos titular Tres aldeanos en el pais de las butifarras, así de primeras no es un título atrayente, pero si le ponemos unas suecas en plan peli de pajares y esteso... a los Oscar fijo!
En fin, esperemos al desenlace de esta fantásrica aventura de tres vascos en un pais en el que se pilla y en el que no hay kalimotxo en los bares, como lograran sobrevivir ante semejante panorama? La respuesta, dentro de unas semanita...
Cuidense, un abrazo!
1 comentarios:
¿Que no hay qué?
Yo me borro de ese viaje, a la mierda, ke no voy ni de coña. Si tengo algo a lo que respeto y me cuadro es ante el buen kalimotxo y lo de los catalanes es un ultraje.
Marginarlo al desconocimiento de la plebe catalana, pero a donde vamos a llegar.
Una verguenza, lo dicho y manda guevos que con el tiempo que llevas ya allí no hallas echado a las masas a la calle en forma de manifestación global.
Todos a una:
¡¡GORA KALIMOTXOOOOOO!!!
Lo dicho una puta verguenza.
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