Pues si, se acerca tan señalada fecha, ya era hora de que pudieramos volver a celebrar una fiesta pagana. Los carnavales siempre me han resultado unas fiestas muy peculiares, el mecanismo es fácil, te vistes de algo que no eres y finges serlo a lo largo de toda la noche, vamos, como el resto del tiempo.
Las personas nos disfrazamos para ir a trabajar, para ir al futbol, para salir de fiesta, para ir a una mani... lo que yo no acabo de entender es el porqué esta noche es diferente. Supongo que lo que influye es que esta noche te disfrazas de lo que tu quieres y no lo haces para agradar a los demás como en el resto de ocasiones. No te disfrazas como en el trabajo, que te vistes bien, te afeitas y te quitas los pendientes para que no te despidan, ya que, si no hubieras ido disfrazado a la entrevista, ni tan siquiera estarías contratado. Tampoco lo haces como para ir al futbol, con la necesidad de ser identificado con la manada de hinchas de tu equipo para que sepan claramente de que bando estás. Ni mucho menos el disfraz es parecido al que utilizas para salir de marcha y que las personas del sexo que te atrae piensen que eres una persona que realmente no eres. Y tampoco tienes la necesidad de disfrazarte de nada para no ser identificado por los cuerpos mafiosos policiales, como en las manifestaciones.
No, esta noche lo hacemos porque nos da la gana, y como nos da la gana, tal vez sea lo especial de los carnavales, esa pequeña sensación de libertad...
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