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jueves, 19 de junio de 2008

Racismo...

Increible y deplorable la espiral en la que nos vemos envueltos en Europa, asistiendo los ciudadanos a la toma de decisiones que suponen un auténtico retroceso en cuanto a derechos civiles de los inmigrantes.
Aquí, en la Europa de la libre circulación y de la prosperidad, nos atrevemos a aprobar cosas como el aumento de la jornada laboral a 65 horas o que se permita retener a los inmigrantes en centros de internamiento hasta 18 meses por el simple hecho de ser "ilegales".

Hace ya años, cuando en la uni nos pidieron realizar una investigación en la asignatura sociología de las organizaciones, escogí como tema racismo y capital. Relaciono directamente las dos variables ya que en mi opinión el racismo, entendido como el rechazo y odio a las personas de otra raza o color por el mero hecho de serlo, no existe.

Lo que siempre he entendido es que lo que existe es un terrible pavor a todo aquel que tiene menos que nosotros, no vaya a quitarnos algo para llegar a nuestro nivel. La posesión de un elevado nivel económico y un buen status social elimina fulminantemente el factor raza o etnia a la hora de juzgarle.

Vivimos en una curiosa sociedad que mientras odia a negros, sudacas, moros, amarillos y gitanos, no cesa de adorar a Michael Jordan, corear a Ronaldinho, bailar al ritmo de Rosario Flores, ver pèlículas de Bruce Lee o desear que su pueblo costero sea visitado por un jeque árabe cargado de petrodólares.

Dependiendo del capital que poseas dejas de ser negro para ser sólo moreno u hombre de color, ya no eres sudaca sino, latino o caribeño, ya no hay moros, sino árabes, no son chinitos , sino asiáticos, y los gitanos se tornan personas de etnia calé, vamos, un auténtico esperpento basado en una única razón de ser: el capital.

Tememos a los inmigrantes porque son pobres, al igual que tememos a los drogadictos, a los sin techo, a los gitanos (tan de nuestro pueblo o más que nosotrxs) y al igual que los de Neguri temen a los de Sestao, o incluso los de Deusto a los de Otxarkoaga, no hay base racial o étnica, sino simplemente económica.

Definitivamente, el único color que nos hace iguales en Europa, es el verde de los billetes...

3 comentarios:

Aaron dijo...

Verde???? VERDEEEEEEEEEE???

Que billetes manejas tu, SALAO??

Txino dijo...

Yo, dólares bulbabos, nuestra moneda oficial, equivalente a 0.458223909 dirhams jordanos.

Txino dijo...

Por cierto, hay billetes verdes de euro también, pero son de 100 y como no manejo tanta panoja, no había ni caido al reponder.