LLegó la hora

Si, se termina otro año, y llega la hora de hacer valoraciones, de quejarnos un poco por lo que no salió bien y congratularnos un mucho por los grandes momentos vividos.

Sinceramente, se me hace bastante difícil valorar este año en su justa medida, se supone que si tenemos en cuanta los valores que según la sociedad son los que nos inducen a la felicidad, debería decir que ha sido un año terrible, no gano más dinero que el año pasado, mi coche es el mismo, no he comprado más cosas, mis abdominales no relucen, no tengo una novia con un tipazo espectacular (ni sin el), es cierto, soy un despojo social, no entiendo como no estoy tomando botes de prozac entre pan y pan o cortándome las venas…

Pero si dejamos a un lado todas estas cosas que no tienen nada que ver con la verdadera felicidad, debo decir que ha sido un buen año. Ha sido un buen año porque he podido realizar cosas que realmente me han llenado, he podido estar en ese concierto que se me hacía ya imposible, he llenado las alforjas de miles y miles de kilómetros, he descubierto nuevos parajes, nuevos pueblos, nuevas fiestas, he podido acariciar ballenas casi con la punta de los dedos, he volado en parapente, he visto paisajes que nunca hubiera podido imaginar… Y lo más importante de todo, una vez más habéis estado todxs ahí. Pero no sólo eso, este año en ese todxs incluyo mucha gente nueva, mucha gente que ha aparecido en mi camino y probablemente no vuelva a aparecer y mucha gente que ha vuelto después de mucho tiempo.
Este año he sido feliz, en muchísimos aspectos, he sido feliz con mis compis anticapitalistas, que no paran de darme lecciones de lo importante que es soñar, compartir tus sueños y luchar por conseguirlos; he sido feliz con mi pequeño grupo de hombres por la igualdad, que por momentos se hace gigante, que me muestra día a día que la revolución empieza por uno mismo, y que es imposible cambiar el mundo si no empezamos por cambiarnos a nosotros; he sido feliz con mis amigxs, lxs de siempre, lxs que han estado ahí en el día a día, con lxs que he reído mucho más que llorado, con lxs que he viajado, cantado, soñado, y con lxs que voy a seguir haciéndolo. Y he sido feliz, porque en un mundo tan asocial e impersonal como este he podido conocer personas maravillosas, aquí cerquita y allí a lo lejos. He sido feliz, especialmente, por esas dos joyas en forma de amigas que me ha traído mi destino, porque por momentos me han devuelto la paz y la confianza en mí mismo que necesitaba.

Así que si, este año he sido feliz, y, por pedir, para el año que viene, sólo pido que a ningunx os falte esa alegría y felicidad que a mí me transmitís. Os deseo a todxs un año de sueños, de luchas, de amores, de amistades y de sonrisas, pero sobre todo deseo que ese año lo podamos compartir todxs juntxs.

Urte berri on!