Recuerdo que en la universidad, en uno de estos debates de
cafetería, intentábamos trasladar a la sociedad actual el momento en el que Neo
debe elegir entre la pastilla roja y la pastilla azul, el momento en el que
debe elegir entre tomar la pastilla roja y ser consciente del mundo que le
rodea realmente y luchar por cambiarlo o tomar la pastilla azul y vivir en la
felicidad que otorga la ignorancia.
En la sociedad actual, salvo muy honrosas excepciones, a
nadie se le pasa por la cabeza tomar la pastilla roja, la sociedad de consumo
nos ofrece la sociedad de la comodidad y la estulticia, la del consume y calla,
la de mantenernos en la inopia a cambio de nuestro silencio cómplice.
La diferencia entre matrix y la realidad, se encuentra en
que matrix extraía la energía necesaria para su mantenimiento de los humanos,
mientras que, para la sociedad capitalista, nunca se ha sacado suficiente. La
propia avaricia de los gestores del sistema es la que puede evitar que el mismo
se perpetúe, y parece ser que quienes mandan no se dan cuenta de que si aprietas
mucho la gallina muere y deja de poner huevos.
El sistema aprieta, aprieta, aprieta y ahoga y, llegado el
momento, terminará llegando la gota que colme el vaso, y en ese momento, cuando
ya no se pueda apretar más, no habrá pastilla azul que logre volver a dormir a
quienes hayan abierto los ojos…
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