La gente, cuando hablamos del verano, y de cómo comienza en mayo y termina en octubre, siempre nos lanza esa mirada como queriendo decir “que ya tenéis una edad…”, yo la verdad es que poco a poco iba pensando que ciertamente las cosas evolucionaban y que la vida nos colocaba poco a poco donde se supone que debíamos estar hace ya bastante tiempo.
Tras dos años casi casi de travesía por el desierto, uno en mi destierro voluntario y el otro bastante raro, se hacía tan lejano ya el verano infinito del 2006 que parecía que este año iba a ser uno más, tal vez marcado por la falta de vacaciones y por un tiempo que ha respetado lo justo. Pero como siempre, hay que reconocer, que cuando nos ponemos a hacer algo en serio somos lxs mejores, y este año nos hemos propuesto sin duda volver a ser únicxs, inolvidables, irrepetibles. Este año hemos sido lxs de siempre y algunxs más, algunxs que han marcado el camino de un verano de locura, amistad, sentimientos, sueños, algunxs que estoy seguro han venido para quedarse mucho tiempo para compartir caminos y echar una mano cada vez que tropecemos, que sin duda serán muchas.
Verano interminable, verano de días y, sobre todo, verano de noches, verano de fiestas de pueblos y ciudades que nos han sido ajenos tan sólo un minuto, verano de txinauto, carretera y manta, verano para recordar.
Porque este verano nos hablará para siempre, y nos dirá que siempre nos quedará París aunque no hayamos estado en estos meses en él, nos dirá que la felicidad no la mide la cuenta bancaria sino la cantidad de bebida que entra en un barreño siempre y cuando se comparta con un buen grupo de amigxs, nos dirá que por mucho que Michael Jackson esté muerto bailaremos hasta el amanecer, nos dirá que los conciertos no son más que una excusa para seguir encontrándonos, nos dirá que Argentina va a salir campeón, nos dirá que las tormentas ya nunca volverán a ser lo mismo, nos dirá tantas y tantas cosas…
Pero las dirá cuando se vaya, porque este verano ha sido tan grande, que hemos decidido perseguirlo hasta el fin del mundo, así que, hasta entonces, como mucho, dejamos paso a unos días de entretiempo…
Tras dos años casi casi de travesía por el desierto, uno en mi destierro voluntario y el otro bastante raro, se hacía tan lejano ya el verano infinito del 2006 que parecía que este año iba a ser uno más, tal vez marcado por la falta de vacaciones y por un tiempo que ha respetado lo justo. Pero como siempre, hay que reconocer, que cuando nos ponemos a hacer algo en serio somos lxs mejores, y este año nos hemos propuesto sin duda volver a ser únicxs, inolvidables, irrepetibles. Este año hemos sido lxs de siempre y algunxs más, algunxs que han marcado el camino de un verano de locura, amistad, sentimientos, sueños, algunxs que estoy seguro han venido para quedarse mucho tiempo para compartir caminos y echar una mano cada vez que tropecemos, que sin duda serán muchas.
Verano interminable, verano de días y, sobre todo, verano de noches, verano de fiestas de pueblos y ciudades que nos han sido ajenos tan sólo un minuto, verano de txinauto, carretera y manta, verano para recordar.
Porque este verano nos hablará para siempre, y nos dirá que siempre nos quedará París aunque no hayamos estado en estos meses en él, nos dirá que la felicidad no la mide la cuenta bancaria sino la cantidad de bebida que entra en un barreño siempre y cuando se comparta con un buen grupo de amigxs, nos dirá que por mucho que Michael Jackson esté muerto bailaremos hasta el amanecer, nos dirá que los conciertos no son más que una excusa para seguir encontrándonos, nos dirá que Argentina va a salir campeón, nos dirá que las tormentas ya nunca volverán a ser lo mismo, nos dirá tantas y tantas cosas…
Pero las dirá cuando se vaya, porque este verano ha sido tan grande, que hemos decidido perseguirlo hasta el fin del mundo, así que, hasta entonces, como mucho, dejamos paso a unos días de entretiempo…
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