Distorsión

No se por qué el mundo se empeña en que lo vea todo más claro, más nítido, más como se supone que debe ser. Vale, esta vez parece que sólo afecta a mis ojos, que se ponen unos cristales graduados y con eso ya basta. Pero desde siempre he sabido que no era una cuestión sólo de la vista. Siempre he sentido que tenía una visión distorsionada de lo que se supone que debía ser la realidad, problema este que no tiene tanto que ver con la calidad de los ojos con los que se mira, como con la forma de mirar.

Como buen observador, llevo toda la vida mirando y mirando, y por mucho que miro, no acabo de ver ese mundo feliz que se supone que debo ver. Miro y miro, y cuando miro los ejércitos no veo que sean salvadores de nadie, sino que a mi me parecen asesinos de sueños, vidas y causas. Miro y miro, y por más que lo intento no llego a ver en ningún sitio la igualdad de oportunidades que según nuestro sistema es lo que hace que todxs partamos de la misma base para aspirar a “lo máximo”, sino que veo a lxs de arriba aplastando a lxs de abajo para seguir subiendo. Miro y miro, y si miro al norte donde el resto ve orgullo yo siento lástima, y si miro al sur, donde el resto ve recursos yo veo vergüenza. Y sigo mirando, y donde el sistema me dice que vea personas completas por poder consumir y poseer todo lo que desean, sólo veo insatisfacción por no poder cumplir las necesidades de consumo creadas. Y miro, y donde ellos me dicen que vea enemigxs solo veo compañerxs, y donde me dicen que vea protectores sólo veo perros guardianes, y donde me dicen que vea líderes sólo veo criminales.

Y miro a mi alrededor, y donde me dicen que debo ver competidorxs a lxs que pisar yo veo compañerxs, amigxs y familiares explotadxs. Y al final, ya cansado de lo que veo, dejo de mirar, porque sólo mi cabeza puede dibujar ese mundo idílico que intentan vendernos, y solo me queda seguir luchando por no dejar de ver así, y por conseguir que, algún día, lo que veo sea un reflejo de lo que sueño.