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lunes, 23 de noviembre de 2015

Nostalgiando

Me sigue pareciendo incomprensible que un verbo tan fundamental para quienes repensamos y soñamos los momentos irrepetibles del camino, no esté aún en el diccionario de la real academia de la lengua  española.

Yo nostalgio, tu nostalgias… y mucho más bonito cuando nosotros nostalgiamos. Porque uno sólo nostalgia con todo lo que conlleva, nostalgia con la tristeza y la soledad del recuerdo bueno pero sobre todo del malo, del que pudo ser y no fue, uno sólo nostalgia muchas veces sin saber por qué y sin saber por dónde, pero a ciencia cierta puedo afirmar que lo hace poco para bien.

En cambio, cuando varias personas nostalgian juntas el mundo cambia de color, cuando varias personas nostalgian los ojos no se llenan de miradas melancólicas sino que se vuelven ojos de niño, se acompañan de sonrisas, de brindis, de recuerdos compartidos.


Nostalgiemos, pues, y creemos una y otra vez futuras nostalgias, porque por mal que nos mire la RAE, felices somos, siempre, nostalgiando.

viernes, 6 de noviembre de 2015

Renaciendo

Es cierto, este año lo puedo rebautizar como el año maldito de las letras, de mis letras. La vorágine socio-político-vital en la que estoy inmerso me hacen, continuamente, tener que aparcar teclas, papel, pluma, historias, desahogos y locuras y, definitivamente, eso no es sano.

De buenas intenciones no se alimenta el "hombre" pero muchas veces si su creatividad, y retomar intenciones tan pasadas como cotidianas debería servir para recuperar caminos sin meta de esos que ayudan a desgastar las suelas de las realidades presentes y las utopías futuras.

Así que, espero, quiero, deseo, creo, pienso, sueño, prometo, intento que estos pequeños párrafos, cargados de más buenas intenciones que palabras, no sean sino el renacer de este rincón, de mi rincón, de este nuestro rincón de historias incompletas y finales indefinidos en el que volcar palabras e ideas a partes iguales

lunes, 22 de junio de 2015

La lista de los sueños...

Hace ya un buen porrón de años, en este mismo rinconcito, este que ahora está tan huérfano de palabras, locuras e historias, me decidí a compartir esa pequeña gran lista de cosas por hacer en la vida, esa de los sueños por cumplir antes de llegar al último área de servicio de esta autopista hacia el infierno.

Han pasado varios años, y poco a poco algunos de esos sueños se han ido cumpliendo, otros se han ido aparcando y, curiosamente, me he dado cuenta de que muchas de las cosas que tenía que hacer en esta vida eran mucho más simples y mucho más épicas que esos objetivo fijos que conforman las listas a la espera de ser tachados con ojos de niño y sonrisa nostálgica.

Han pasado varios años, y hay mil caminos recorrido, las ballenas me han saludado, me he perdido en junglas increíbles, el fin del mundo estuvo tan cerca de nuestros dedos como lo han estado montañas imposibles, han pasado los años y sigo cambiando el mundo sonrisa en mano, sin rendirme, han pasado los años, y verte cada mañana vale mucho más que los tachones que falten en la lista, han pasado los años, y la lista es compartida, han pasado los años y las ecuaciones se han movido tanto que uno ya no sabe si es una lista o un cúmulo de ensoñaciones .


Lo que queda claro, pasen los años que pasen, es que hay que seguir teniendo listas, ilusiones a las que mirar con ojos de niño, pasen los años que pasen, siempre quedarán caminos, siempre quedarán sueños que realizar, besos que dar y sonrisas que compartir, pasen los años que pasen…

jueves, 16 de abril de 2015

El adiós de otro imprescindible

Las palabras, muchas veces, se las lleva el viento. Otras, en cambio, se agarran a mentes y corazones, mueven mundos, cavan trincheras, son el comienzo de los más bellos viajes y el fin de los que fueron hermosos amores, y no depende tanto muchas veces de quien las pronuncia o las escribe, sino de quien las escucha, lee o piensa.

Aunque siempre hay quien, como el maestro Galeano, consigue que abramos nuestros ojos y oídos a la espera de palabras que sabemos serán perennes...


viernes, 27 de marzo de 2015

Pequeñas grandes sorpresas

Mañanas de bostezos, lluvia y sopor. Pasear a los monstruos, poner al día el mail, leer la prensa, mirar las ofertas de trabajo y, como no, una canción para alegrar las mañanas feisbukeras de mi gente, un poquito de mi adorada vela puerca, que siempre saca alguna sonrisa. Ya que estamos, esta gente no se pasará por Europa en breve y me dará el alegrón de tocar cerquita de casa no? A ver a ver... ¿comor? ¿al lado de casa, en un mes?

Y se te cambia la cara, y se te pone la sonrisa tonta, y hasta se te eriza la piel, y hasta se te pasan por la cabeza los momento vividos en los últimos 5 años desde que descubriste la banda que va poniendo banda sonora a tus caminos, y, una vez más, te das cuenta de que la felicidad cabe en cosas tan pequeñas como un acorde, una canción una mirada...

lunes, 9 de marzo de 2015

35

Vivimos en un mundo en el que la gente está más pendiente de que parezca que no tiene los años que le indica el dni que de exprimir esos años a conciencia. Estamos inmersos en una sociedad que nos vende la eterna juventud a cambio de ignorar nuestros propios caminos, que nos dice que lo importante no es ser sino parecer y en la que todo vale para hacer que se vive pero sin disfrutar del camino.

No se por qué, pero parece que cuando uno va acumulando años en su mochila siempre echa un poco la mirada hacia atrás y, si los años se suman de 5 en 5, ya no digo nada si se cambia de “ena” (veintena, treintena…) toca hacer repaso serio al dónde estás y de dónde vienes. Lo cierto es que a mi los 35 me han pillado a paso cambiado, imagino que el momento personal, en el que vivo mi camino con total felicidad esperando que las piedras que lo entorpecen dejen paso a pasos más tranquilos, me hace no darle importancia al número y sí a la calidad de lo vivido.


La cuestión es que miro atrás y adelante y me asombro del camino andando y del que queda, no me preocupa lo no vivido, las decisiones no tomadas ni las tomadas erróneamente, no me preocupa lo que nunca rellene de esa lista de cosas por hacer en la vida ni las posibles frustraciones ante los baches futuros, no me preocupa sentirme niño ante el camino por venir y viejo al contar las historias ya vividas, no me preocupa si se agrandan las calvas y crecen las canas, no me preocupa si los caminos por venir se riegan de más charlas alrededor de un café que de un katxi de kalimotxo, no me preocupa nada más que, pase lo que pase, seguir caminando para que el día que llegue el final del camino, me enorgullezca de lo caminado y nunca piense en lo que pudo haber sido…

lunes, 16 de febrero de 2015

Nuestro rinconcito

Imagino que, ante la falta de aviso, habrá a quien le haya cogido a contrapié el “cierre” que ha tenido este nuestro rincón durante las últimas semanas. Lo cierto es que cuando se habla de privacidad no es que yo sea la persona más cauta del mundo, no hago ni deshago en mi vida en base a lo que se piense de mí sino que trato de compartir mis anhelos, nostalgias y vivencias con aquellas personas que quieran escucharlos, pero esta vez ha sido distinto.

Ha sido distinto porque este pequeño rincón, este diario de locuras que arrancó hace 8 años, no lo siento como algo sólo mío. Estas semanas de exposición pública, de periodistas rebuscando entre las  miserias de cada candidato, no me han preocupado en absoluto con respecto a lo que de mí se pueda decir, pero este de aquí no lo veo solamente como mi rinconcito, sino como nuestro rinconcito, como ese lugar en el que siento que puedo abrir mis vivencias a personas que disfrutan, sufren y ríen con ellas. Este no es mí rincón, es nuestro rincón. Rincón de sueños, caminos y piedras, rincón que ajeno al mundo y sus grises tonalidades, nos regala momentos de absoluta sinceridad, de mostrar mi yo más allá de etiquetas absurdas sin pedir nada a cambio más allá que el saber que estáis ahí.


Por eso, porque este rincón no es mío, sino nuestro, es por lo que, durante un breve espacio de tiempo, he querido mantenerlo lejos de las sórdidas plumas que todo lo emponzoñan, espero disculpen las molestias, volvemos a la carga…

jueves, 22 de enero de 2015

Nuevos retos

Gentes del mundo de Txino, por motivos que escapan a la razón, y se acercan más a los mundos que mueven mis utopías, temporalmente voy a cerrar este nuestro pequeño rincón. He tomado la determinación de presentarme a secretario general de Podemos Ahal Dugu y los buitres tienden a rebuscar entre la basura, y no quiero dar pie a que mis pensamientos más íntimos, mis locuras y mis sueños sean de un dominio tan extremadamente público.

Nos vemos en breve, muy breve...

jueves, 15 de enero de 2015

2015

Es curioso que, cuanto más pasan los años, más se reducen esas listas de deseos que uno se autoimpone para el año nuevo y que, por norma general, terminan generando más frustraciones que objetivos logrados.

Más curioso si cabe, es que tras un año que ni fu ni fa, un año de aparcar parte importante de mis motivaciones para caminar aunque sea de forma ajena a mi voluntad, no sienta la necesidad de romper con lo que el año que se va ha supuesto y buscar la forma de resarcirme.

Aunque, pensándolo bien, tal vez, lo que debería ser curioso, realmente es lógico, y nada más. Y es lógico porque, a pesar de llevar un año de lunes al sol y perspectivas de futuro laboral negro y sombrío, a pesar de aparcar mis caminos, mis charcos, mis desgastes de zapatilla... soy feliz. He podido descubrir que me puedo poner mis ojos de niño en casa y mirar al mundo con curiosidad donde quiera que esté, he aprendido que un trabajo no compra tus besos ni el despertarme cada día junto a ti, he aprendido que las zapatillas se desgastan igual en un camino a 10000 kilómetros de casa que a 100, he aprendido que, si en vez de pedir, miramos lo que tenemos, no sentimos la necesidad de pedir más al año siguiente y, sin embargo, es más que posible que lo consigamos.


Así que, tardío, feliz año, a disfrutar del camino...