Si, parece ser que en estos años de libertad y demogracia (si, con g) se sigue atentando contra la libertad de expresión de todos nosotros en cuanto se nombra a la corona de España. Me resulta gracioso el ver como, cuando se quiere ridiculizar a un gobierno, se le tilda de república bananera, y aquí, aun no hayamos llegado ni tan siquiera a ser una república.

Que a estas alturas de la historia un país no analfabeto y relativamente civilizado mantenga en pie una institución medieval como la monarquía no es menos que una aberración. Una institución que se eleva sobre todos los ciudadanos, que no se somete a la legalidad establecida y con título hereditario, por la gloria y gracia de Dios.
Muchos se escudan en que el rey es un gran demócrata, en que el salvó al país en el "golpe" del 23 F, cuando la realidad es bien distinta, un rey nombrado por el generalísimo Francisco Franco, jefe del estado mayor, que perdura independientemente del signo o las siglas que gobiernen un país es, cuanto menos, dudoso valedor de los adjetivos que le otorgan.

En fin, que si no cumple con ninguno de los mandatos de su pueblo, quién puede justificar el mantenimiento del borbón y supandilla de vagos reales a costa del bolsillo del españolito, currante, hipotecado y precario? Ya basta señores, no sólo contentos con robarnos, nos encierran por protestar contra la monarquía, se censuran opiniones y nos prohiben hablar mal del jefe de la piara mayor (me cerrarán el blog?)

Es la hora de la República, y no en el concepto en que se exige como reinstauración de un modelo de democracia participativa y de reparto equitativo de la riqueza, sino de la abolición de la opulenta institución monárquica, de la expulsión de nuetras vidas y de nuestros impuestos de esa panda de vagos, maleantes, borratxos, puteros y maleducados borbones.
En caso contrario, propongo una forma alternativa de labor de la corona para contentar al pueblo, ahora, en la época de los realytis, propopongo la creación del Borbon Show, consistiría en que todos los días la familia real se enfrentase a una serie de cotidianas realidades y fuese emitido en abierto para que el vulgo fuese testigo de sus gestas. Quién no pagaría por ver al rey en un andamio 12 horas al día, a doña leticia planchando, a un banquero denegando un préstamo a la reina, a las infantas sin maquillar y de cajeras de supermercado (sin ánimo de ofender aquienes realizan este trabajo tan digno como cualquier otro), al marichalar haciendo.... haciendo... algo?
Pues eso, que a la calle, a la tele, o si no... a la hoguera con ellos!
1 comentarios:
Si te envian a la antartida a currar, revolucionarias a los pingüinos chato ...
En fins ...
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