Eterno, infinitamente gris y largo se nos está haciendo este año el invierno. Todxs estamos más aletargados de lo normal y se nos nota la tremenda necesidad de que llegue la primavera y por fin veamos al sol asomar entre tanta nube gris, y veamos transformarse el radioactivo paisaje de los parques y montes en un espectáculo de color, y nos animemos viéndonos, por qué no decirlo, más ligeritos de ropa lxs unxs a los otrxs.
Y es que son ya 4 meses de penumbra, y cuando el clima está así es como si se nos acabase la gasolina, y deambulamos de un lado a otro totalmente mustios, como si nos faltase la chispa de la vida.
Y tampoco es como para ponerse así, ya, ya se que el paisaje es feo y aburrido, pero cuando llegamos a este punto, no hay como coger la brocha y darle un toque de color, y pintarse una sonrisa, a ver si así al resto también se le hace un poco más corta la transición hasta los días de primavera y sol, que no nos sobran los días como para desperdiciarlos esperando a ver si ocurre algo que nos pinte el cielo de azul.
Y es que son ya 4 meses de penumbra, y cuando el clima está así es como si se nos acabase la gasolina, y deambulamos de un lado a otro totalmente mustios, como si nos faltase la chispa de la vida.
Y tampoco es como para ponerse así, ya, ya se que el paisaje es feo y aburrido, pero cuando llegamos a este punto, no hay como coger la brocha y darle un toque de color, y pintarse una sonrisa, a ver si así al resto también se le hace un poco más corta la transición hasta los días de primavera y sol, que no nos sobran los días como para desperdiciarlos esperando a ver si ocurre algo que nos pinte el cielo de azul.
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