Intensos, pálidos, claros, oscuros, algunos animan y otros entristecen, pero todos tienen algo de especial, es difícil elegir uno, ya que las personas disfrutamos de los contrastes, ya también en los colores cada uno tiene su momento, su lugar, algunos nos evocan recuerdos, lugares, personas. Por eso cuando a uno le preguntan su color preferido pues no sabe qué decir, porque no es lo mismo color de ropa, que de coche, o de pared.
Cada color tiene sus peculiaridades y algo que le hace ser especial, en mi caso a veces me quedo prendado del azul del cielo de un frío día de invierno, de esos que su color es tan intenso que no puedes agachar la cabeza al caminar, me quedo con el blanco pálido de la luna y el amarillo de las estrellas, el negro, el de la noche, pero no el del cielo, sino el del mar y su oscuro horizonte, el rojo me evoca lucha, revolución, sueños, al igual que el lila enarbolado en una bandera de eterna lucha por la igualdad, el gris, de la Euskadi de mi infancia, de las fábricas humeantes y de las calles de la margen izquierda, y el verde, sin duda, el verde de unos ojos, inquietantes, profundos, infinitos…
Como elegir pues un color, cuando todos evocan sensaciones tan increíbles?
2 comentarios:
Muy bonita la entrada, muy colorida y llena de palabras increibles....¿Pero que coño pasa con los que somos daltónicos?
Que podéis imaginar siempre que estáis viendo el color que os de la gana...
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