Hay días que se hace muy muy difícil escribir algo, no sabes si pesan más las palabras o tu cabeza, pero tienes la impresión de que si no arrancas mañana será aún más difícil tener algo que decir.
Te pesan las palabras y no saben por donde salir, no encuentran el camino para explicar noches de incesante lluvia, para decir en qué manera has vivido un viernes peculiar pero divertido y un sábado extraño, realmente extraño.
Puede que sea simplemente que la oscuridad y frialdad de estos primeros días de otoño no animen a decir nada, o puede que te des cuenta de que lo que crees que era sensación de bienestar en realidad sólo sigue ocultando tus enormes inseguridades, porque a pesar de que el reconocimiento de lo que tanto esfuerzo te ha llevado y tanto odio ha conseguido evaporar, te haga sentir que nada ha sido en vano, pensándolo fríamente es imposible evitar sentir que si algo tan liviano te llena tanto es porque el tamaño del vacío era enorme.
O tal vez todo sea que hay días en los que es mejor no decir nada y dejar pasar las horas para que las palabras dejen de pesar el doble por el mero hecho de que tú seas la mitad.
Te pesan las palabras y no saben por donde salir, no encuentran el camino para explicar noches de incesante lluvia, para decir en qué manera has vivido un viernes peculiar pero divertido y un sábado extraño, realmente extraño.
Puede que sea simplemente que la oscuridad y frialdad de estos primeros días de otoño no animen a decir nada, o puede que te des cuenta de que lo que crees que era sensación de bienestar en realidad sólo sigue ocultando tus enormes inseguridades, porque a pesar de que el reconocimiento de lo que tanto esfuerzo te ha llevado y tanto odio ha conseguido evaporar, te haga sentir que nada ha sido en vano, pensándolo fríamente es imposible evitar sentir que si algo tan liviano te llena tanto es porque el tamaño del vacío era enorme.
O tal vez todo sea que hay días en los que es mejor no decir nada y dejar pasar las horas para que las palabras dejen de pesar el doble por el mero hecho de que tú seas la mitad.
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