No hay mus

Ares: En la mitología griega, Ares (en griego antiguo Ἄρης Arês o Ἄρεως Areôs, ‘conflicto bélico’) se considera el dios olímpico de la guerra, aunque es más bien la personificación de la fuerza bruta y la violencia, así como del tumulto, confusión y horrores de las batallas, en contraposición a su hermanastra Atenea que representa la meditación y sabiduría en los asuntos de la guerra y protege a los hombres y sus habitaciones de sus estragos. (...)

Reír por no llorar, es lo que he tenido que hacer esta mañana frente al aparato de desinformación masiva cuando escuchaba la última perogrullada del desgobierno de esta mi tierra. Resulta que las instancias judiciales han prohibido un campeonato de mus en Hernani porque en él hay indicios de que se va a realizar exaltación del terrorismo, si no fuera por trágica, esta noticia de verdad que sería merecedora de un número especial de el jueves.

En un país en el que la crisis crece a un ritmo alarmantemente más veloz que en ningún otro lugar del globo, en el que nos venden pandemias para que a falta de pan que llevarnos a la boca desayunemos con tamiflú, la clase gobernante se dedica a, ridículamente, asegurarse de que en el momento en el que esto estalle, no quede resquicio a la libre expresión de la rebeldía en las calles.

Es verdad, por ridículo, a nadie le importará que no se celebre el campeonato de mus en Hernani en cuyo cartel aparece el logo de Askatasuna, nadie con dos neuronas se puede tomar en serio estas medidas de represión si no fuera por el recorte total de libertades que tiene como trasfondo, no gritar, no luchar, tal vez en breve no soñar.

Saben quienes me conocen que no seré yo quien dé apoyo a una banda que asesina a sangre fría a cobradores de peaje por el mero hecho de ser exconcejales, por mucho que sean opuestos políticamente, siempre he sido defensor de la palabra ante la sinrazón y de la desobediencia ante las leyes injustas y la violencia estructural del estado, pero no de la sangre por la sangre.

Esto a nadie le importa, esta noche, cuando como otros años ejerza mi derecho a protestar contra la dispersión y las leyes injustas, cuando exija que se respete el derecho de lxs familiares de cualquier presx a tenerle cerca ya que ellxs no son responsables ni deben pagar por lxs delitos que hayan podido cometer sus allegadxs, a buen seguro seré reprimido y criminalizado como cualquier otro que allí se encuentre, porque la violencia del estado no entiende de opiniones ni de colores, quien discrepe es un enemigo, y será devorado por la maquinaria del estado. Si es a esto a lo que quieren jugar, no queda otra que decirles… Órdago!