Denso denso...

Denso, pastoso, como una mezcla de cemento fresco que impide que las ideas circules de una neurona a otra (si queda alguna viva), así está hoy mi cabeza, mi día.

Y debería ser un lunes alegre, tras un fin de semana realmente interesante e intenso, de cenas encantadoras, noches de fiesta repletas de sueños, amistad y reencuentros con el pasado reciente que indican el camino del futuro, que hablan de charcos que cruzar y de caminos que andar.

Pues así debería ser, pero no, es lunes de re-resaca, de esos que parece que cuesta casi hasta respirar, de los previos a una de esas semanas interminables en las que no hay tiempos muertos.

En fin, trataremos de desatascar la cabeza, o al menos hacer que el pensamiento vuele lejos, unos 12000 kilómetros y 500 días, que una promesa es una promesa…