Antes de que llegue el momento en que me haga la herida, me voy a ir poniendo la tirita, así que lo digo desde ya, la culpa es de los padres.
Y es que llevo toda la semana pensando en que hacer si suena la puerta de casa el domingo por la noche y me encuentro unxs niñxs que me pregunten truco o trato, a día de hoy, sigo indeciso entre darles con la mano abierta o con el bate de béisbol.
La cuestión es que ya no sabemos que hacer para ser infelices, si si, habéis leído bien, infelices. Porque si no fuera suficiente con la vorágine consumista en la que nos vemos sumergidos,

Que padre puede negar a sus hijxs el disfraz, la calabaza para los dulces, etc. de eso es de lo que se sirven, y los padres y madres tragan, sin poner ningún límite al consumismo voraz que se sigue inculcando a sus mochuelxs. Estamos creando un monstruo aún peor que el que ya consiguieron crear con nosotrxs mismxs, y, mucho me temo, cuando queramos darnos cuenta de lo que estamos haciendo, no hará falta disfrazarse de zombie para ser un ser sin cerebro…
1 comentarios:
Mi cerebro dice IDEM al tuyo...
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