La melodía de las palabras

Si, el jueves fue el gran día, o eso se suele decir, yo creo que grande fue el día que le dijeron a Mikel que iba a grabar el corto, y que grande es la magnitud de lo aprendido en esta experiencia, pero el estreno, por muy en el Arriaga que sea, no es más que un mero fortalecimiento del ego, que Mikel, si fuese por el, ni tan siquiera hubiera disfrutado.

Más allá de algúna que otra más que pésima actriz (también alguna buena) y de un montaje del director que en ocasiones no dejaba clara la idea, el corto habría estado muy bien, pero a algún imbécil, en un alarde de genialidad, se le ocurrió poner música a lo largo del corto que te hacía por momentos incompresibles las reflexiones de la protagonista. A mi, que ya me había leido el libro (jejeje) lo que me molestó seriamente es la capacidad de algunas personas para destrozar el duro trabajo de los demás con total impunidad y, lo que es más grave, sin pedir permiso.

Ahora me pregunto cuantos grandes artistas nos habremos perdido por "genios" a los que les dio por modificar obras, imagínense que a Picasso hubiera llegado alguien y hubiera decidido, antes de una exposición, que sus cuadros quedarían mucho más bonitos con un lienzo en verde pistacho, y coge, lo cambia, y piensa, soy un genio! Acto seguido Picasso se muere de hambre por no vender ni un cuadro.

En fin, que aún así el corto fue mejor que algunos que entraban en concurso, y que, con la lección aprendida, el próximo seguro que se supera, si es lo que yo digo, mientras no falte la ilusión, seguirá fluyendo la imaginación. Eso sí, ya puesto a poner música en el corto, también le podía haber cambiado el título, y en vez de la melodía de las palabras, llamrlo la puta melodía de los cojones...

Recuerden que hoy es el día de lucha contra el SIDA, sean solidarios, colaboren, difundan, implíquese, es un problema de todos.