LLevo unos días dándole vueltas a la cabeza (como no...), no se, me encuentro algo intranquilo, quizás angustiado, tengo esa contínua sensación de que sigo hacia delante pero sin avanzar ni un sólo paso, percibo últimamente que estoy estancado, y que por más que intente moverme no consigo alcanzar mis objetivos. Es como el perro al que atan con una correa a un palo, que puede moverse, y sabe donde quiere ir, pero por más que lo intenta no puede llegar allí.
Y la cuestión es que la dirección tampoco me importa, se puede avanzar o se puede retroceder, pero necesito sentir el movimiento, necesito sentir que sigo en la montaña rusa de la vida, subiendo o bajando creo que ahora es lo de menos.
Porque miro ahora y veo que todo está parado, por mucho que lo intente mi peso se estabiliza y no se va ni un gramo por ahí a dar una vuelta, lo que es verdaderamente frustrante, el trabajo sigue igual de triste y sin ningún viso de mejoría, por no tener no tengo ni entrevistas, políticamente no avanzo hacia ningún sitio, y como militante estoy en una especie de break, aunque al menos mi destartalado cerebor no para de maquinar, supongo que si al menos consiguiera que esos ojos me mirasen como yo los miro...
Reflexiono y reflexiono, y no llego a ninguna parte, aunque imagino que, aunque sea sin querer, siempre se acaba encontrando la salida del laberinto. Tengan buen fin de semana, y muévanse, aunque no sepan hacia donde.
1 comentarios:
Aupa Txino! "Para quien no sabe a que puerto va, ningún viento le es favorable". Animo ya se movera algo.No te conviertas en un barco a la deriva. Alberto
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