Yo hace mucho tiempo que no doy crédito a la espiral fascista con la que ataca el desgobierno español a todo aquello que no comulgue con sus ideas. Ahora resulta que encarcelan a las personas por dar opiniones en foros de internet, la unidad de ciberterrorismo de la guardia civil ha detenido a 2 personas por apología del terrorismo y ultraje a la bandera en base a los comentarios que estas personas realizaban en foros y páginas web.
El argumento es el de siempre, tapar la boca del que disiente, denominándolo terrorista sin que haya realizado ninguna actividad delictiva. Señores fascistas del PsoE, sepan ustedes, que yo digo y diré siempre lo que pienso pase lo que pase y le pese a quien pese, las palabras encierran mensajes, acertados o equivocados, pero sólo eso, mensajes, las palabras, repito, no matan, es la estupidez y la carencia de humanidad de quien las malinterpreta la que lo hace, pero las palabras son aire, se las lleva en viento o se plasman en amarillentos trozos de papel, pero no disparan pistolas ni lanzan bombas, eso sólo lo hacemos las personas.
Señores fascistas del PsoE, yo pienso muchas cosas, en muchas acertaré y en otras me equivocaré, cuando las comento, las escribo o las comunico de alguna manera lo hago para que me escuche aquel que quiera, no para que, cula lámpara de aladino, esas palabras se conviertan en realidades. Porque si el mero hecho de desear algo y tener el convencimiento de que así debe ser supone que eso llegará a ocurrir, me dejan ustedes mucho más tranquilos, ya que todo me irá bien.
Pues NO Señores (más bien animales):
- Por mucho que yo crea que el Athletic deba ganar la liga, no ocurrirá.
- Por mucho que yo desee que desaparezca el hambre en el mundo, no ocurrirá.
- Por el simple hecho de desear que no haya guerras, estas no desaparecerán.
- Por el simple hecho de que desee que mi jefe se parta una pierna, esto no va a ocurrir.
- Por el mero hecho de que yo piense que ustedes son todos una banda de fascistas, eso no implica que lo sean.
- Y, por el mero hecho de que yo pudiera desear la muerte de otra persona, esa persona seguirá viva, y yo no seré un asesino, sino un pobre infeliz.
La libertad, sin justicia, es una guerra silenciada. Yo seguiré expresándome, ustedes enciérrenme, tápenme la boca, átenme las manos, si mi mensaje es verdadero, renacerá por sí mismo.
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