Agujetas Vs Latidos

Uno ya no sabe si es por el cambio de hora, el cambio de estación, el hecho de que sea miércoles o si son las secuelas de una sesión de fisioterapia, pero la cuestión es que el cuerpo y la cabeza están como si les hubiera pasado una apisonadora por encima.

Es uno de esos días en los que tan sólo el corazón intenta empujar al resto del cuerpo a golpe de latidos que es más fácil que muevan mundos antes que músculos y neuronas, uno de esos días en los que tu oxidada patata es la única parte del cuerpo que se empeña en no sentir ningún tipo de dolor.

Y la cuestión es que es curioso, porque la jodía debería estar hecha polvo de tantos disgustos y desengaños a lo largo del camino, pero parece que últimamente, y por encima de todas las cosas, está empeñada en soñar. Empeñada en soñar que tus besos mueven cielos, que tus abrazos paran los minutos y las horas, que tus miradas derriten mis polos interiores, está empeñada en soñarte y sentirte, en vivirte y enamorarte. Está empeñada, y no seré yo quien le lleve la contraria, en que la sonrisa se dibuje en mi cara cada vez que late por ti, y sueño con volver a refugiarme en tu cálida trinchera…

La musica amansa a las fieras...

Existen canciones de esas que cuando llegan a tu cabeza, una sensación de paz llega a tu cabeza y a tu corazón, y consigues aislarte de jefas tiranas y otras piedras en el camino, y dejarte llevar por los sueños en forma de viajes que cruzan charcos y por los besos que paralizan universos, y consigues creer que tus mundos son un maravilloso refugio ante cualquier tempestad...

Old pirates, yes, they rob i;
sold i to the merchant ships,
minutes after they took i
from the bottomless pit.
but my hand was made strong
by the 'and of the almighty.
we forward in this generation
triumphantly.

won't you help to sing
these songs of freedom? -
'cause all i ever have:
redemption songs;
redemption songs.

emancipate yourselves from mental slavery;
none but ourselves can free our minds.
have no fear for atomic energy,
'cause none of them can stop the time.
how long shall they kill our prophets,
while we stand aside and look? ooh!
some say it's just a part of it:
we've got to fulfil de book.

won't you help to sing
these songs of freedom? -
'cause all i ever have:
redemption songs;
redemption songs;
redemption songs.

Murphy muérete!

Si algo puede salir mal, saldrá mal.

Muchas veces ya pongo en duda si la ley es de Murphy o si es que este año me ha mirado un tuerto, o si se me habrá cruzado delante un gato negro, aunque probablemente sea que paso demasiado tiempo con un gato negro tuerto y algo se me esté pegando.

En fin, dejando de lado al pobre y adorable animalico que culpa ninguna tiene de nada, lo cierto es que es como si este año los astros se empeñasen en hacerme la vida un poquito más complicada de lo habitual. Nada sale como debe, todo ocurre fuera de los planes y no merece mención alguna cualquier parecido gran parte de mi realidad con lo que a mis deseos respecta.

Y la cuestión, es que me temo que sólo me queda reírme, esbozar una sonrisa ante mi bendita mala suerte, tratar de escaparme de Murphy y convencerme de que muchas veces el camino más corto no es el que más se disfruta, sino que de las dificultades se aprenden lecciones muy valiosas, por mucho que cuando las tengamos delante nos apetezca darnos la vuelta, y ponernos a gritar…

Confuso, pa variar...

confuso, sa.
(Del lat. confūsus).
1. adj. Mezclado, revuelto, desconcertado.

Pues eso, que últimamente me siento más perdido que Belén Esteban en la gala del premio Nobel de física, en fin, aunque sea una frase que utilizo para otras metas y horizontes, imagino que sirve para todo en la vida: no pain, no gain…

Es posible, y sólo posible...

Es posible que mi cabeza ahora no piense con toda la claridad debida, que no lo vea todo con calma, que necesite apearme del camino antes de pararme a decir nada. Es posible, también, que si dejo que mis dedos golpeen las teclas, estas escupan verdades, como siempre han hecho, como me prometí no volver a hacer nunca.

Porque es posible, y solo posible, que no debiera haberme quedado prendado de aquella mirada la primera vez que la vi, que no debiera haberme enamorado a primera sonrisa.

Porque es posible, y sólo posible, que debiera haber cerrado los ojos para evitar ver tus pupilas, que debiera haber cerrado la boca, y haberme negado los dulces besos que me regalan tus labios.

Es posible, y sólo posible, que debiera haber mantenido la guardia, que no debiera haber quitado cadenas y candados a mi corazón a sabiendas que era de cristal.

Es posible, y sólo posible, que debiera haberme dado cuenta de que nuestros corazones no latían al mismo ritmo, de que no podías llegar donde yo quería llevarte porque tus pies estaban demasiado cansados para seguir mi camino.

Pero es posible, y sólo posible, porque lo que es seguro, con total certeza, es que si hubiera dejado de mirarte, sentirte, besarte, que si no me hubiera dedicado a vivir cada momento como si fuese el último de nuestros suspiros, donde ahora escuece sólo habría vacío y el sueño de poder amarte, mientras que ahora me queda para siempre el haberte vivido como el mejor de mis sueños…

Nunca olvidemos

Hace ya algunos años, durante las protestas contra el G8 celebrado en Escocia, tras pasar un día bloqueando la base de submarinos nucleares de Faslane, decidimos ir a tomar unas pintas junto al campamento de Edimburgo para celebrar el éxito de la acción, el destino quiso que terminásemos la velada en un pequeño pub escuchando a un cantautor neoyorkino que animó la velada y que, con una sóla canción, consiguió que recordásemos el por qué habíamos luchado ese día, espero que al escuchar esta canción os recuerde a vosotrxs el por qué nunca deberían volver a derramarse lágrimas por un desastre causado por la energía atómica...

Contra viento y marea

Llevo toda la vida con la sensación de navegar en una barquita sin rumbo fijo, con remos casi desgastados, una vela llena de jirones y una brújula que nunca ha terminado de indicarme el norte.

Siempre en medio del mar, sin saber muy bien si el día siguiente me esperará una tormenta o una playa tropical como destino, y sin la necesidad de saberlo, simplemente dejando mi destino a merced del viento y las mareas.

Tal vez por eso me resulta extraña la sensación de saber donde quiero llegar, de tener la certeza de que mi brújula marca tu norte, de que las estrellas y la luna indican la senda que conduce a tus brazos. Tal vez por eso sólo deseo poder lanzar por la borda todos mis miedos y remar al ritmo que me marquen los latidos, sin miedo a las olas ni a las corrientes, contra viento y marea, pidiendo a la mar y a la noche que ninguna tormenta evite que pueda abrazarme a tu puerto y lanzarme al abordaje de tus besos y tus miradas, deseando que, tarde o temprano, me permitas naufragar en el inmenso mar de tu corazón…

Mi barrio

Los años van pasando, y no dejan nada ni nadie tal y como estaba, tal y como creíamos tenerlo en nuestro recuerdo. Ahora que he vuelto a mi barrio, a mi calle, a ese micromundo que me vio crecer, tropezar y levantarme mil y una veces a lo largo de tantísimos años, no puedo sino mirar a mi alrededor y ver mi vida reflejada en los rincones de mi barrio.

Porque cuando miro por mi ventana, o por mi balcón, veo ese monte en el que he pasado una infancia correteando, montando casetas, cogiendo sapaburus, subiendo a los árboles, echando los primeros pitillos a escondidas, planeando mil y una aventuras. Veo mi colegio, ese que durante 14 años pareció ser una cárcel sin rejas y que ahora, echando la vista al pasado, resultó ser un lugar más bien agradable, en el que conocí a mucha gente de la que sigo adorando, en el que viví los primeros desengaños, el primer amor, las primeras borracheras, ese lugar en el que cada día era una razón para vivir con la sonrisa puesta.

Y miro a mi alrededor, y veo el parque, ese parque testigo de cigarros de madrugada maldiciendo mi bendita mala suerte embriagado por el alcohol, testigo de conversaciones mudas con la luna y las estrellas, de deseos arrancados por el viento.

Veo las calles, las gentes que una vez más siguen luchando por salir adelante, a base de sudor y lágrimas, veo las plazas convertidas en aparcamientos, veo que ya no hay canastas, ni porterías, ni niños correteando en el monte, y cuando miro, aunque sólo sea en mi mente, me veo a mí, y no puedo evitar que me envuelva un halo de nostalgia…

Y la tierra tembló

En un día como hoy, en el que la tierra tiembla, nos sacude y descarga toda su furia contra nosotrxs, sus hijxs bastardxs, que la arrasamos y maltratamos sin piedad, poco más se puede decir que, si no dejamos de tratarla así, será ella la que nos destruya a nosotrxs...


Qué difícil cantarle a tierra madre
Que nos aguanta y nos vio crecer
Y a los padres de tus padres y a tus hijos, los que vendrán después
Si la miras como a tu mama
Quizás nos cambie la mirada
Y actuemos como el que defiende a los suyos y a los que vienen con él
La raíz de mis pies yo sentí,
Levanté la mano y vi
Que todo va unido, que todo es un ciclo: la tierra, el cielo y de nuevo aquí
Como el agua del mar a las nubes va
Llueve el agua y vuelta a empezar
Oye, eee
Grité, grité
No, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother earth
Grité, grité
No, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother earth
No se trata de romper ventanas, ni farolas, ni de caras
Mejor romper conciencias equivocadas
Oye, nadie nos enseñó ni a ti ni a mí
Nadie nos explicó ni a ti ni a mí
Mejor aprender, que corra la voz y quizás conseguir
Bombeando tierra madre dice,
Bombeando tierra madre te dice basta
Bombeando, bombeando a tierra madre escuché
Bombeando tierra madre dice ponte en pie
Bombeando ponte en pie
Bombeando tierra madre dice ponte en pie, mírame
Grité, grité
No, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother earth
…
Oh mama reclama
Se le apaga la llama
Y esto no es de hoy, ya tiempos atrás voy hoy
Décadas degradando
Ya mama reclama
Se le apaga la llama
Se la venden hoy
De lo que fue a lo que es hoy
Se le magnifican sus latidos hoy
Llaman llaman, mama tierras llaman
Ya que las manejan sin plan
Demasiadas cavan, otras se caen, luego frutos no dan
Llaman llaman, mama tierras llaman
Oídos sordos les hace el man
Miradas se tapan
Contaminan hasta que eliminan
Grité, grité
No, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother Herat
Grité, grité
No, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother Herat
Grité, grité
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother earth
Grité, grité
No, no, no lo ves
Va muriendo lentamente
Mama tierra, mother earth

De miércoles

Todo el mundo que me conoce sabe de mi aversión a los miércoles, no se, es innata, incontrolable, soporífera y cansina, en ocasiones casi no se deja notar pero, la mayoría de los veces, convierte este día de la semana en una auténtica pesadilla.

No me gusta el miércoles, es más, muchas veces, a pesar de vestirme comenzando por la sonrisa, el simple hecho de que sea este día termina por amargarlo todo. Y es que está ahí, en medio, no es ni chicha ni limoná, ni vas con las pilas cargadas después del fin de semana ni terminas de ver cerca los siguientes días de descanso, está simplemente ahí, molestando, como puesto para joder.

Y no hay forma, da lo mismo que hayas librado el lunes, que el sol salga a saludarte o incluso que la música que acompaña tu cabeza la marquen los latidos de un corazón que parece recién estrenado, el miércoles es miércoles y se te va a poner cuesta arriba te pongas como te pongas.

Así que sólo queda resignarse, tratar de ir consumiendo las horas olvidando aquellos fantasmas que pueden convertir el día en una jornada gris y desear, con todas tus fuerzas, que alguien consiga que ignores el día en el que te encuentras.

La dueña de las llaves

Es curioso ver como, sin querer queriendo, como una suave brisa que imperceptible acaricia un rostro junto al mar, has ido abriendo un camino que se suponía cerrado, que se suponía desierto y en el que ya no existía la esperanza.

Deshacer el daño pasado, acariciar las heridas y pasar por encima de las cicatrices, saltando un muro con cada mirada, desatando un nudo con cada caricia, rompiendo barrotes y cadenas con cada beso, abriendo los candados con cada abrazo eterno.

Conseguir que vuelvan los latidos al páramo de mi pecho, que vuelvan las sonrisas estúpidas, el brillo a los ojos, es sin duda tarea sólo dispuesta para la dueña de unas llaves, que ya creía perdidas…

Muchas gracias!!!

Muchas gracias por acordaros de mi, por hacerme saber que tengo todo lo necesario sólo con vuestra compañía en el camino pasen los años que pasen.

Muchas gracias por los brindis que vendrán esta noche, por los tragos, por las sonrisas, por los abrazos, por la amistad.

Y muchas, muchísimas gracias, por haberme regalado una noche más de miradas, caricias, abrazos, besos, muchas gracias por hacer de mi mundo un sitio mucho más colorido y luminoso, muchas gracias por estar ahí, por ser el mejor regalo que podía haber pedido para un día como este...

Volver a caminar

Renacer, renovar sueños, proyectos y metas, y seguir caminando hacia delante a pesar de que el camino a veces se complique y parezca enviarte hacia atrás.

Es en esos momentos, en los de duda, en los de sensación de tener que volver a empezar muchas cosas, en los que uno se debe recordar a sí mismo que la única forma de caminar es mirar hacia el lejano horizonte, que para dar un paso primero hay que colocarse una meta y que resignarse ni sirve ni ha servido, ni servirá de nada.

Así que nada, no vale resignarse, sólo sirve coger la mochila, cargarla de nuevas metas e ilusiones, asegurarse de que en tu camino llevas la compañía que lo hace único e irrepetible, y volver a soñar…

Marceando

Me gusta marzo, siempre me ha gustado, es un mes en el que todo poquito a poco va cambiando para terminar siendo siempre un poquito mejor, es un mes que evoluciona por sí mismo, y en el que se pasa del gris al color en un abrir y cerrar de ojos.

Me gusta marzo, y me gusta a pesar de que comience siempre gris y frío, golpeando con el final del crudo invierno, entre lluvia, granizo y a veces nieve, entre árboles sin hojas ni color. Me gusta marzo, y me gusta a pesar de que siempre viene a recordarme que el tiempo pasa y los años caen sin poder hacer nada para recuperarlos más que vivirlos hasta el último suspiro.

A fin de cuentas, y como ya he dicho, me gusta marzo, porque el frío invierno se torna al final en tibio comienzo de primavera. Me gusta, porque el gris da paso a un manto de color, las ramas secas se llenan de vida y las calles cambian el olor a humo por el aroma del polen. Me gusta, porque a pesar de que cada vez sumo más años en la mochila de mi vida, estos años están disfrutados y saboreados como se merecen, y siempre hay quien se encarga de recordarme que a pesar de que pasen los años, siempre he tenido buena compañía en mi caminar.

Y me gusta porque, este año, y este marzo, estás tu…