Si algo puede salir mal, saldrá mal.
Muchas veces ya pongo en duda si la ley es de Murphy o si es que este año me ha mirado un tuerto, o si se me habrá cruzado delante un gato negro, aunque probablemente sea que paso demasiado tiempo con un gato negro tuerto y algo se me esté pegando.
En fin, dejando de lado al pobre y adorable animalico que culpa ninguna tiene de nada, lo cierto es que es como si este año los astros se empeñasen en hacerme la vida un poquito más complicada de lo habitual. Nada sale como debe, todo ocurre fuera de los planes y no merece mención alguna cualquier parecido gran parte de mi realidad con lo que a mis deseos respecta.
Y la cuestión, es que me temo que sólo me queda reírme, esbozar una sonrisa ante mi bendita mala suerte, tratar de escaparme de Murphy y convencerme de que muchas veces el camino más corto no es el que más se disfruta, sino que de las dificultades se aprenden lecciones muy valiosas, por mucho que cuando las tengamos delante nos apetezca darnos la vuelta, y ponernos a gritar…
1 comentarios:
Pero mejor que Murphy que se muera tu jefa... JA JA JAAAAAA... xD
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