Hace ya algunos años, durante las protestas contra el G8 celebrado en Escocia, tras pasar un día bloqueando la base de submarinos nucleares de Faslane, decidimos ir a tomar unas pintas junto al campamento de Edimburgo para celebrar el éxito de la acción, el destino quiso que terminásemos la velada en un pequeño pub escuchando a un cantautor neoyorkino que animó la velada y que, con una sóla canción, consiguió que recordásemos el por qué habíamos luchado ese día, espero que al escuchar esta canción os recuerde a vosotrxs el por qué nunca deberían volver a derramarse lágrimas por un desastre causado por la energía atómica...
TIRO UNA PIEDRA AL AIRE...
Hace 4 años
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