Cuando la oscuridad se hace más profunda, y la fría soledad de las noches es de la que se siente más dentro que fuera, es más fácil que la locura envuelva las yemas de los dedos y las teclas sean testigos mudos de cómo palabras y sentimientos se entremezclan esculpiendo los retazos de almas rotas.
Palabras que tratan de echar sal sobre heridas que sólo el tiempo cura, palabras que calman a los corazones angustiados en busca de improbables respuestas ante desesperadas preguntas.
Palabras que hoy no brotan, palabras que se agotan, palabras que no fluyen, ni sienten, ni expresan, palabras que temen propiciar latidos y remover recuerdos. Palabras que se asustan de hablar del futuro que ya no será, del que yo soñé y tu temiste, del que no consiguió construir un nosotros. Palabras que tiemblan al pensar que con el último adiós llegó el hasta pronto de tus ojos y el hasta siempre de tus labios. Palabras que temen retratar mis miedos y fragilidades, palabras que no desean recoger hoy los pedazos de mi roto corazón de cristal.
Palabras, sólo palabras, que volverán a visitarme en mis noches oscuras, para recordar tu ausencia y volver a soñarte, y volver a nuestra trinchera, aunque sólo sea en sueños, aunque sólo sean palabras…
2 comentarios:
Ayssss....con lo agustito ke se esta solo...sin rallarte...ni comerte la cabeza....ni pensar en nadie....
Me temo que algunas personas sentimos que si no compartimos eso que nos revienta el pecho con cada latido nos falta la bocanada de aire necesaria para seguir caminando.
Mayormente, porque en estos casos, la soledad no es sino la ausencia de quienes quieres que estén, cuando estxs te faltan, y en estos casos,cuanto más solx te sientes, más te rallas, más te comes la cabeza, y más piensas en la persona que necesitas a tu lado.
Eso sí, cada persona es un mundo, y vive su soledad a su manera. xD
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