12 días

12 días, 288 insignificantes horas y de nuevo en marcha, 3.500 kilómetros nos separan de nuestro destino, y a pesar de estar ya preparando los guantes, las chamarras de nieve y las botas impermeables, seguro que el único frío que sentiremos visitando a Albert va a ser el térmico, porque no dudo que la acogida será tan calurosa como esperada.

Son ya más de dos años los que han pasado desde que Albert, como si fuera el abuelo este de los Fragel que se pasaba el día en lugares inhóspitos, cogiera un avión destino a Laponia a experimentar y cambiar su vida. En todo este tiempo otros también nos hemos movido, yo con mis vivencias en el país de las butifarras, Ritxmond en yankilandia o la Zama hinchándose a Guiness en Dublín.

Imagino que todo esto ayuda a hacerse una idea mucho más completa de cuanto se extraña a tu gente una vez que no puedes disfrutar de ella en el día a día, y es por eso que en este viaje lo menos importante es ver ciudades, partidos de hockey, comer reno o retozar desnudos en la nieve tras una buena sauna, sino disfrutar de la compañía de la gente que tienes más lejos de que desearías y a la que ves mucho menos de lo que deseas.

Así que impaciente espero el momento de volver abrazar a mi amigo, e imagino que más impaciente estará él por ver como se desenvuelven dos valientes Bulbabos en Finlandia en esos 6 días que para nosotros pasarán corriendo y para él volando.

A la conquista de las tierras del norte, mis valientes bulbabos!!!