Don lunes

Te levantas de la cama legañoso, te pesas, sonríes, desayunas, te duchas, haces la cama y te dispones a afrontar otro improductivo lunes. La lluvia no parece que esta semana vaya a dar una tregua pero aún así no te molestas ya ni en coger el paraguas, montas en el autobús y enchufas tu mp3, no sabes por qué pero los lunes te apetece escuchar avril lavigne, imagino que trae a tu cabeza imagenes de una adolescencia ya pasada pero que te resistes a olvidar.

El viaje es el mismo de siempre, las mismas adormecidas caras de todos los días, las mismas miradas cruzadas de todos los días con la misma chica del autobús, la misma parada.

Como un ralámpago cruzas el pequeño espacio que separa la parada del autobús de la del metro, coges tu periódico gratuíto, sólo uno, que ya tiramos bastante papel y que además todos son la misma basura mediática, te montas en el mismo vagón de siempre y te apoyas en la misma esquina, el viaje transcurre entre malas noticias impresas, tal vez una sorpresa, esta semana el Athletic no perdió. LLegas a tu parada a la hora de siempre, te diriges a la salida dispuesto a esquivar una vez más a las hordas de repartidores de prensa gratuíta que acechan a la salida, les esquivas con la mejor de tus sonrisas, observas que hoy hay un nuevo repartidor, hombre mayor, unos cincuenta años...jodida crisis y jodido sistema de mierda!

LLegas al curro, fichas, como todos los días eres el primero en llegar, bueno, alguien tiene que serlo, mientras arranca el ordenador guardas la comida en la nevera, la gente va llegando, saludos y sonrisas insípidas pasan fulminantemente, montañas de trabajo cada vez menguan a un ritmo más vertiginoso, a las 11 te tomas el te de todas las mañanas, a las 11 y media el mismo sandwich de todos los días y a las dos te comes la misma ensalada de todos los días, vuelves a tu trabajo y, como casi todos los días, tratas de plasmar en tu pequeño espacio lo que sientes hoy, lo que tiene el día de hoy de especial.

A primera vista, sobre el papel, es un día gris, es don lunes, sin más, un día que sólo deseas que pase lo más rápido posible, pero, mirando con lupa, dentro de mi cabecita, ves un hervidero de ilusiones, ves a Gulliver soñando y construyendo un viaje al otro lado del charco tan sólo porque un gran amigo se lo sugirió hace dos noches, también ves un arquitecto tratando de rediseñar mi peuqeño espacio mi humilde morada, ves mil y una canciones sonando ignorando por completo al tortuoso hilo musical, ves sueños, ves ilusiones, ves revoluciones,ves color.

Así que don lunes se irá, tan gris como siempre, pero no me habrá afectado, ya que yo todos los días me pongo mi traje arcoiris, y me hecho a soñar.