Parece que en casa hemos encontrado por fin una divertida y económica forma de pasar el rato, el juego en cuestión se denomina "corre que vienen los números rojos" y me temo que va a darnos interminables noches de charla y placer. Ultimamente nuestras noches se convierten en madrugadas con una calculadora en la mano, la hoja de excel delante de nuestros morros y viendo como por mucho que corramos, más tarde o más temprano nos cogerán los números rojos.
Yo soy el diplomado, que tiene como habilidades especiales precariedad extrema, trabajo sin pagas y optimismo a raudales. Mis enemigos conocidos son el gobierno, los estados, el capitalismo y la vecina de al lado. Como todo buen personaje tengo mi propia frase: "A mi me la trae al pairo" aplicable a cualquier situación.
Aarón es el informático loco, sus habilidades son trabajo temporal, hipoteca del coche y bodorrios inminentes. Sus enemigos naturales son barclays, bbk y todo aquel que le cobre en el momento más inoportuno. Su frase es "no llego Txino, no llegooooooo".
Una vez elegidos los personajes te dan un dinero inicial que va menguando cada prueba que pasas, y el objetivo es llegar a la meta (diciembre) sin que te devoren los números rojos.
Lo malo es que cuando menos te lo esperas tiras el dado y te sale una tarjeta del estilo "boda en Valladolid" o "lo sentimos, tu coche se ha roto y debes arreglarlo" y así se aseguran de que poco a poco te vayas acercando al final del juego, además, las tarjetas buenas del tipo "paga de junio" son escasas y algunos tenemos la capacidad de esquivarlas...
En fin, que la partida hay veces que se hace eterna, y entras en debates bastante extraños como cuanto pagan por donar semen o tienes conversaciones del tipo:
- Necesito otro trabajo.
- Entonces vas a cambiar de curro?
- No he dicho que necesite cambiar de trabajo, he dicho que necesito otro más!
Y cosas por el estilo.
Lo dicho en el título del post, que demasiado pensar, que no merece la pena comerse el tarro, que yo hace tiempo que decidí que la vida está para disfrutarla, y el día que no se pueda disfrutar, pues ya pensaremos como lo hacemos, a pesar de ello me temo que seguiremos corriendo delante de los números rojos, aunque pensándolo bien, que aburrida la vida del rico no? Jeje, Cuídense, y disfruten de lo que tienen, que no es poco. Como dice la reflexión: me pasaba la vida quejandome de que no tenía zapatos, hasta que conocí un hombre que no tenía pies.
3 comentarios:
Por dios lo que me he reido ...
Tal y como lo describes, parece san fermines...corre, corre, que te pilla el toro!!!
Muy, muy bueno...
¡Animo! Just Keep Running!
Agur,
Aingeru
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