Pues si, ya están aquiiii.... Hoy ya podemos decir eso de bienvenidos al capitalismo, dejen sus vidas y sus almas en la puerta y pasen, por favor!
Pues tras varios meses de espera (para algunos agónica, a mi me la trae al pairo) mi empresa ha sido comprada por Randstad, o, como los llamamos aquí, los rastas. Y ójala fuesen unos buenos hombres que pensaran que debemos disfrutar la vida, y vinieran a cantar y a fumar hierba con nosotros, pero me temo que no es el caso que nos ocupa.
Mucha gente no entendía lo que queríamos decir en aquellas manifestaciones en contra de la globalización económica neoliberal cuando gritábamos que el mundo no es una mercancía, cuando desgarrábamos nuestras gargantas al grito de our world is not for sale. Ahora se vende y se compra todo, cuando una empresa compra otra, que es el caso, no compra sus acciones, sus valores y capitales económicos, lo compra todo, pero TODO, TODO Y TODO! Compra el capital humano, compra trabajadores, compra hipotecas y sueños de estabilidad, compra temores al despido, compra el control sobre la vida de todo aquel trabajador dependiente de la primera empresa sin que él tenga voz ni voto, lo único que puede hacer es callar y esperar para que su nuevo amo decida cual será su destino.
Este es el mundo que hemos construido, y este es el sistema que debemos derribar, debemos luchar pra evitar que el capital valga más que nuestros sueños, más que nuestros anhelos, más que nuestras vidas, ya que, al fin y al cabo, aunque parezca que cambia nuestro dueño, tan sólo es el mismo perro con distinto collar.
1 comentarios:
Que exagerado ...
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