Plof, replof y cataplof, es el sonido que emiten mis neuromas totalmente enfangadas y aplatanadas, esperando que mi cerebro les diga que es la hora de salir del infierno y tomarse unas horas de respiro antes de que mañana las estúpidas mentes de los ineptos que trabajan en mi empresa las vuelvan a empantanar con sus estulticias.
Pero bueno, de donde no hay no se puede sacar, y eso incluye tanto las mentes de mis compañerxs como mi cartera, que ultimamente está canina, así que al igual que siempre que me quedo sin un clavo, cojo y gasto dinero en un detalle para mí, porque yo lo valgo. Así que el próximo finde me voy a la capital del reino, a hacer visitilla a Ainhoa y demás coleguitas, y a ver si consigo desconectar un poco de tanta tontuna y tontura del trabajo, porque está visto que la torpeza, sin control, no sirve de nada...
Si es que me tienen de los nervios!!!!
Una dos y tres, cuatro cinco y seis, yo me calmaré, todos lo veréis. Inspiraaaaaaaa, espiraaaaaaaa.... Guuuuuuussssss Flavaaaaaaaaaaa!!!!
Si, que pasa, estoy así de mal! ;-)
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