Si miramos un poco más allá de los rollitos de primavera y de las tiendas de todoacien que inundan nuestras calles y barrios, nos daremos cuenta de que los chinos con ch (los demás somos unos privilegiados…) han sobrevivido como cultura durante miles de años por su forma de mirar la vida y, como no, por como afrontan sus problemas.
Así que por una vez en la vida, y sin miedo a que nadie me llame tradicionalista, voy a dar la razón a las palabras que se transmiten de generación en generación, y es que el antiguo proverbio chino dice que “si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse, si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada”.
Y nada, que tienen más razón que un santo, que hoy no apetece estar preocupándose de nada más que de permitir que cada latido de paso al siguiente sin atropellarse los unos a los otros y sin necesidad alguna de que la cabeza y el corazón monten una trifulca. Hoy toca disfrutar del pastel de la vida, mañana ya nos preocuparemos en caso de que se nos indigeste...
Así que por una vez en la vida, y sin miedo a que nadie me llame tradicionalista, voy a dar la razón a las palabras que se transmiten de generación en generación, y es que el antiguo proverbio chino dice que “si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse, si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada”.
Y nada, que tienen más razón que un santo, que hoy no apetece estar preocupándose de nada más que de permitir que cada latido de paso al siguiente sin atropellarse los unos a los otros y sin necesidad alguna de que la cabeza y el corazón monten una trifulca. Hoy toca disfrutar del pastel de la vida, mañana ya nos preocuparemos en caso de que se nos indigeste...
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