Hay que ver lo que cuesta volver a arrancar después de unos días de inactividad total y absoluta. Días de descanso, de relax, de no hacer nada no porque no te apetezca, sino porque realmente necesitas dejar de lado lo cotidiano y pensar un poco en ti mismo.
Y ahora vuelta a empezar, otra vez el maldito despertador te saca del maravilloso mundo de los sueños y te envía directo a tu depresivo trabajo. Otra vez empezar a hacer cuentas del tiempo que falta para disfrutar nuevamente de un descanso y esta vez tratar de aprovecharlo al máximo. Otra vez hacer cuentas de las facturas pagadas y las que quedan por pagar, intentando sacar un céntimo de aquí y un euro de allá para darte un pequeño lujo, si es posible, antes de que llegue el verano, y tras hacer mil y una cuentas darte cuenta de que más te vale apreciar los placeres que quedan fuera de la sociedad de consumo, porque los otros se ofrecen cuanto menos inalcanzables a corto plazo, y casi improbables a medio o a largo.
Nuevamente los viajes se tendrán que retrasar, nuevamente los sueños tendrán que esperar, nuevamente habrá que replantearse mil y una cosas y volcarse en muchas otras.
Así que comenzar de nuevo es comenzar a cambiar, porque los días de relax también lo son de reflexión, y en mi caso siempre de autodescubrimiento y de nuevas metas. Hoy es el día D, día de la Dieta, el día que comienza la OB, o más popularmente conocida como Operación Bikini, nos deseo suerte y constancia en este nuevo propósito. También a partir de hoy cambiarán formas de ver las cosas, formas de tratar los problemas, formas de ver y vivir las cosas, pero esas son reflexiones más profundas que la espesura de mi mente hoy no permiten explicar. Señoras, señores, que comience de nuevo la función!
PD: Punto y a parte para dar las gracias al que es, a la vez, mi ángel de la guarda y mi ángel vengador en las largas noches de luna llena, sonrisas, alcohol y depresión. Mike, ya sabes como soy, a veces previsible, a veces incomprensible...
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