Adoro los abrazos, siempre me han parecido un gesto en el que se puede mostrar desde el cariño más extremo hasta la más vulgar indiferencia. Habrá quien diga que es en un beso donde se vuelca el alma, o que una mirada es el mundo en el que no puede existir más que la verdad y el sentimiento, y, aunque razón no falta en ello, me van a perdonar que siga quedándome con mis abrazos.
Avanzo y avanzo por el camino y abrazo la vida, abrazo mis sueños y siempre que me dejan, abrazo a aquellas personas a las que quiero transmitir mi calor sin necesidad de decir nada, que las palabras se las lleva el viento, pero los sentimientos se quedan por dentro.
Y la cuestión es que a pesar de lo que me gusta abrazar (y ya no digo nada que me abracen), y de que realmente todo el mundo se siente reconfortado por un buen abrazo, siempre he tenido la sensación de que existe una especie de barrera, no se bien si psicológica o social, que nos hace prescindir de increíbles sensaciones.
Por eso, estos últimos días y semanas, colmados de abrazos y buenas sensaciones, están siendo realmente especiales. Abrazos de reencuentro, de los de miles de kilómetros que se estrechan en unos brazos que acercan historias pasadas, presentes y futuras, abrazos apresurados de despedida en una parada de autobús, abrazos con aquella gente que también entiende la importancia de los abrazos, abrazos de amistad fraternal, abrazos con personas en guerra abierta con sus corazoncitos, abrazos de los que detienen el tiempo y el mundo bajo la luz de la noche convirtiéndola en eterna, abrazos, muchos abrazos.
Así que no os cortéis, abrazaos, que nunca jamás os quede un abrazo pendiente…
PD. Este finde, concierto, y abrazos, muchos abrazos…
Cuando la copa de los sueños está vacía
y miles de abejas jugando
en las tripas me roban las noches.
No me dejes solo que ahora soy tan pequeño
y cuando despierto de una pesadilla nada cambia
todo sigue igual
Abrázame, abrázame...
y no me digas nada
que esta tristeza no me abandona
y este miedo duele más
Abrázame, abrázame...
y no me digas nada
que esta tristeza no me abandona
y este miedo duele más
Abrázame, abrázame...
Como una noche de invierno en Noruega
un manto de escarcha,
un corazon desnudo, tortura de vida.
No me dejes solo que ahora soy tan pequeño
y cuando despierto de una pesadilla nada cambia
todo sigue igual
Abrázame, abrázame...
y no me digas nada
que esta tristeza no me abandona
y este miedo duele más
Abrázame, abrázame...
3 comentarios:
HAS PUESTO A DOCTOR DESEO????
Joder tranquilo que yo te abrazo hoy...que no sabía que andabas tan mal...jajajaja.
Ya sabes que en casa por abrazos que no quede!!...y a pesar de todo seguimos siendo heterosexuales!!
Somos un poco anormales, ciertamente pero es que la normalidad da asko!
Siempre es bonito un abrazo, un beso o romper una barrera cuando los días malos nos tienen mirando al suelo o cuando los buenos nos hacen esbozar una sonrisa.
Asi que Abrazame y no me digas nada...que esta puta tristeza YA nos abandona!!
toma otro Abrazo, que por falta de abrazos no sea!!!
Mmmmmmmmm.... abraaazooooooossssss!!!
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