Normalmente, cuando algo o alguien duele, solemos tener la mala costumbre de llenarlo todo de preguntas para las que, en la mayoría de los casos no tenemos ni queremos tener respuesta. En mi caso particular voy regando las noches con un río de porqués que evidentemente se diluyen sin una palabra para responderlos.
Y ya basta, porque muchas veces nos llenamos la cabeza y exprimimos el corazón con preguntas sin respuesta sin darnos cuenta de estar rodeados de respuestas sin pregunta. Perdemos el tiempo y las lágrimas buscando caminos mientras a nuestro alrededor la gente que nos quiere se dedica a ponernos una alfombra roja para evitar que sigamos tropezando ahora que ya estamos heridos. Mi frutero, mi hermano no de sangre, al menos suya, de la habitación de al lado, los amigos que desde miles de kilómetros sienten tu estremecimiento y te dicen que te levantes, quienes te escuchan y te abrazan sin pedirlo e incluso se preguntan también los porqués…todxs ellxs, todxs vosotrxs, sois las respuestas en los días en los que se me acaban incluso las preguntas.
3 comentarios:
ESPARTANO, recuerda cual es tu oficio!
Ánimo!! que las preguntas no te borren la sonrisa!!!
Ya se ke es muy facil decir esto cuando se ven las cosas desde la barrera...pero es ke, me parece ke es tan real...el tiempo lo cura todo, de verdad....y ahora a modo personal,ke nadie borre esa bonita sonrisa...MUAKISSS!!!
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