Aún con resaca escribo hoy lunes sobre lo acontecido el sábado por la noche en Laudio, bueno, más bien sobre lo poco que recuerdo de lo sucedido, porque el pedazo de pedo que nos enganchamos fue terrorífico.
Tras un día de lo más tranquilo, debido en gran parte al hecho de no haber tenido ninguna cosa pendiente que hacer para la casa, se comenzó a perfilar una de las noches más locas del año.
Ya en casa de Ritxar el ritmo de ingesta etílica iba más rápido de lo habitual, con el cono de la A8 inventándose juegos para beber sobre la marcha y una y otra vez deshonlando a nuestlas familias.
Anda que menuda panda de chinos que estamos hechos... casi que nos deberíamos haber metido en el logo de cuatro antes de llegar a Laudio, porque ya una vez allí todo se tornó en descontrol, esta vez los txupitos tenían menos sentido que nunca, y bebimos desde patxaran con licor de mora hasta...mejor ni pensarlo, a partir del Pili´s pub poco tengo que aportar, porque mis neuronas se niegan a recordar lo que ocurrió, así que en pleno descontrol transcurrió la noche antes de la larga vuelta a casa, de Laudio a Galdakao pasando por el Orbaneja y dando gracias al txabal que me despertó en el ayuntamiento de Galdakao, porque si no me podía haber ido al culo del mundo...
Y ayer mucha resaca, mucha ingestión de líquidos y una buena alubiada, tan buena es que estamos creando nuestro propio efecto invernadero... Tal vez gracias a diox, hasta el año que viene no habrá más...
PD. La chilimoya, a la sombla de la cola de la lagaltija, no clece. Meditad en elllo!
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